Por décadas la mujer ha sido víctima de la discriminación, entre las que son comunes las reiteradas: raza, sexo, religión, más aquellas. La definición de esta palabra proviene del latín y significa separar, distinguir, diferenciar una cosa de la otra, discriminación (o discriminación social); es decir, tratar a una persona de manera diferente. Si bien es cierto que entre el hombre y la mujer existen diferencias biológicas, a ella le adjudican valores negativos aportados por la sociedad, que se basa en el machismo.
Esta deducción hace pensar que a pesar de las diferencias entre lo masculino y lo femenino, la mujer se ha ganado su espacio en la sociedad y lucha por mantenerlo. Durante años para el hombre la mujer ha sido un instrumento sexual, destinado a la reproducción y a la atención del hogar, la familia y los hijos. Los tiempos cambian y la mujer logró, a través de su lucha, conquistas sociales y laborales, al enfrentarse al reto de trabajar en una entidad y en los menesteres del hogar, lo cual significó una nueva y pesada carga para ella.
En pleno siglo XXI muchas sufren desigualdades, pero es hora de imponerse a las costumbres que las marginan y discriminan, en forma más o menos humillante. En varios países del mundo se les priva de sus derechos legales, incluido el voto y el derecho de propiedad, diferencias que no tiene otro nombre que discriminación.
Según una encuesta Casen, las mujeres ganarían hasta un 30% menos que los hombres, realizando el mismo trabajo, por lo cual hay una connotada diferencia que se ha estado tratando de equiparar durante varios años.
Hoy en día las mujeres en algunos casos están compitiendo en un ambiente de bastante igualdad con los hombres y en muchos casos superándolos. De hecho, a nadie sorprende que en determinadas carreras profesionales que en el pasado fueron consideradas como reductos casi exclusivos de los hombres, hoy el género femenino tenga una participación cada vez mayor, llegando en algunos casos a ser el grupo más numeroso. Ellas están teniendo una participación creciente y fuerte en el mercado laboral y ocupando destacadas posiciones en las empresas. Debemos reconocer, eso sí, que todavía muchas ejecutivas reciben compensaciones en promedio más bajas que su contraparte masculina, por lo que nos falta aún avanzar en eso.
Pongamos en casos que ocurren en la actualidad;
Se han fijado que cuando un hombre anda con una y con otra mujer, sus amigos dicen el “huevon capo”, dame la receta, casi lo idolatran en cambio de una mujer que dicen, es una cualquiera, mujer de 4 letras que se anda acostando con quien se le de la gana. La verdad yo creo que tenemos el mismo derecho y ante dios todos somos iguales, ya hay que empezar a tratarnos con igualdad.
Es muy tonto pensar que hay seres inferiores y superiores, por ejemplo una cucaracha tiene la misma importancia que un ser humano.
Libertad, igualdad y fraternidad.
Libertad, igualdad y fraternidad.
DIOS no es negro, ni blanco, y no tiene ningún color, DIOS no discrimina a nadie, ni por color ni por enfermedad ni por raza ni por nación. Pienso que el que discrimina no se valora, por que de seguro se siente discriminado.
Uno emplea mal la palabra "discriminar" ya que significa elegir, diferenciar una cosa de otra. En el fondo todos discriminamos elegimos una cosa, la cambiamos por otra porque tiene mejores características.
Pero después pasa por lo moral, por el color de la piel, por la religión y no entienden que en el fondo ¡¡¡SOMOS TODOS IGUALES!!!
Pero después pasa por lo moral, por el color de la piel, por la religión y no entienden que en el fondo ¡¡¡SOMOS TODOS IGUALES!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario