martes, 16 de noviembre de 2010

Discriminación de género



Por décadas la mujer ha sido víctima de la discriminación, entre las que son comunes las reiteradas: raza, sexo, religión, más aquellas. La definición de esta palabra proviene del latín y significa separar, distinguir, diferenciar una cosa de la otra, discriminación (o discriminación social);  es decir, tratar a una persona de manera diferente. Si bien es cierto que entre el hombre y la mujer existen diferencias biológicas, a ella  le adjudican valores negativos aportados por la sociedad, que se basa en el machismo.

Esta deducción hace pensar que a pesar de las diferencias entre lo masculino y lo femenino, la mujer se ha  ganado  su espacio en la sociedad y lucha por mantenerlo. Durante años para el hombre la mujer ha sido un instrumento sexual, destinado a la reproducción y a la atención del hogar, la familia y los hijos. Los tiempos cambian y la mujer logró, a través de su lucha, conquistas sociales y laborales, al enfrentarse al reto de trabajar en una entidad y en los menesteres del hogar, lo cual significó una nueva y pesada carga para ella.

En pleno siglo XXI muchas  sufren desigualdades, pero es hora de imponerse a las costumbres que las marginan y discriminan, en forma más o menos humillante. En varios países del mundo se les priva de sus derechos legales, incluido el voto y el derecho de propiedad, diferencias que no tiene otro nombre que discriminación.
Según una encuesta Casen, las mujeres ganarían hasta un 30% menos que los hombres, realizando el mismo trabajo, por lo cual hay una connotada diferencia que se ha estado tratando de equiparar durante varios años.
Hoy en día las mujeres en algunos casos están compitiendo en un ambiente de bastante igualdad con los hombres y en muchos casos superándolos. De hecho, a nadie sorprende que en determinadas carreras profesionales que en el pasado fueron consideradas como reductos casi exclusivos de los hombres, hoy el género femenino tenga una participación cada vez mayor, llegando en algunos casos a ser el grupo más numeroso. Ellas están teniendo una participación creciente y fuerte en el mercado laboral y ocupando destacadas posiciones en las empresas. Debemos reconocer, eso sí, que todavía muchas ejecutivas reciben compensaciones en promedio más bajas que su contraparte masculina, por lo que nos falta aún avanzar en eso.
Pongamos en casos que ocurren en la actualidad;
Se han fijado que cuando un hombre anda con una y con otra mujer, sus amigos dicen el “huevon capo”, dame la receta, casi lo idolatran en cambio de una mujer que dicen, es una cualquiera, mujer de 4 letras que se anda acostando con quien se le de la gana. La verdad yo creo que tenemos el mismo derecho y ante dios todos somos iguales, ya hay que empezar a tratarnos con igualdad.
Es muy tonto pensar que hay seres inferiores y superiores, por ejemplo una cucaracha tiene la misma importancia que un ser humano.
Libertad, igualdad y fraternidad.

DIOS no es negro, ni blanco, y no tiene ningún color, DIOS no discrimina a nadie, ni por color ni por enfermedad ni por raza ni por nación. Pienso que el que discrimina no se valora, por que de seguro se siente discriminado.

Uno emplea mal la palabra "discriminar" ya que significa elegir, diferenciar una cosa de otra. En el fondo todos discriminamos elegimos una cosa, la cambiamos por otra porque tiene mejores características.
Pero después pasa por lo moral, por el color de la piel, por la religión y no entienden que en el fondo ¡¡¡SOMOS TODOS IGUALES!!!


La vision del genero femenino

No es necesario realizar un esfuerzo muy grande para imaginar la alegría que sintieron aquellas mujeres que vivenciaron el hecho histórico de haber conseguido el voto femenino, si bien este proceso sucedió de forma paulatina en los países del mundo, la verdad es que el simbolismo es universal, conseguir sufragar es algo más que el pronunciarse por un candidato. Significa que se está ejerciendo un derecho ciudadano. El simbolismo del derecho a votar posee gran relevancia ya que históricamente había sido un privilegio de la elite, específicamente del hombre blanco.  Otra implicancia de relevancia es el hecho de que las mujeres al conseguir ser consideradas en las elecciones están extendiendo su área de participación la cual se había limitado, hasta esa fecha, a la zona íntima el hogar, a lo doméstico, a la procreación y el cuidado de los hijos.
El párrafo anterior ha permitido plantearme la siguiente reflexión, si bien a medida que pasan los años el género femenino a logrado posicionarse en la vida pública y política, ¿habrá cambiado la idea que se tiene sobre lo femenino o sobre lo que se espera de las mujeres?.  Si entendemos que el género es la vivencia que cada individuo posee sobre lo que significa ser hombre o mujer, comprendemos que la relevancia del entorno social es muy alta, esto se evidencia claramente en la frase que en 1949, Simone de Beauvoir dijo, expresión que sería  la que  iniciaría el movimiento feminista del siglo XX: "Una no nace mujer, sino que se hace mujer." Qué significa esto, significa que la cultura influye constantemente en los individuos por lo cual se va manteniendo y pasando de generación en generación lo que hace que las formas de comportarse se vayan perpetuando, y sean difíciles, aunque no imposibles de modificar.
De acuerdo a mi vivencia, lo que se espera de las mujeres se puede ver en el día a día. En el diario vivir de un joven como yo, desde lo observado en las noticias hasta características que poseen los roles femeninos en teleseries o películas, y a nivel más cercano a lo  observado en el colegio o en el propio hogar.
Hace no muchas semanas una mujer gano las elecciones presidenciales en Brasil, lo cual resulta una gran reivindicación para todas las mujeres latinas.  Pero aún así observo que en mi hogar y en los de mis amigos son las mujeres (aunque trabajen) son las que hacen y siguen haciendo las labores del hogar en su gran mayoría, por lo mismo me parece que la ganancia “social” a nivel público no ha conseguido sacarlas a alejarlas de su rol maternal y consentidor. Lo cual lleva a pensar que, respondiendo a lo que me plantié anteriormente, que las expectativas se han incrementado, es decir se espera que una mujer tengas las clásicas características deseable, como ser educada, ser “señorita” saber cocinar, ser servicial entre otras, y además de eso, se espera que a pesar de trabajar, no abandone los quehaceres del hogar, que no sacrifique la crianza de sus hijos, que le de preferencia al trabajo del marido, que trabaje poco para que le quede energía para hacer las cosas de la casa.
Entonces ese a pesar que destaqué no resulta tan positivo, no resulta ser un ingreso al mundo público por la puerta ancha, ya que es casi como que el hombre le dijera, “bueno, bueno, juega a que trabajas, pero no dejes de hacer tus reales labores”.
Concluyo así que la idea de lo femenino no ha cambiado a no ser en su capa superficial, pero a nivel de concepto el peso histórico que tiene sigue inalterable, los hombres aceptamos que nuestras amigas hagan cosas más osadas, pero esperamos que nuestras pololas sean unas señoritas, que no tomen, que no fumen, que no digan garabatos, que se arreglen y se vean lindas.  Finalmente es lo que se espera es lo que se quiere, es lo que se busca. Por lo menos yo lo veo así desde mi punto de vista masculino, es realmente difícil entender cómo se ven las mujeres y si esto ha cambiado, digo desde su perspectiva, a lo mejor sí se sienten distintas más “libres”.  Claramente esto es así en los puntos más generales como los que nombré al inicio, como el poseer los mismos derechos ciudadanos, acceso a trabajo profesional bien remunerado pero finalmente la presión que sienten sobre las expectativas que se tienen sobre el ser una buena esposa, madre y dueña de casa, ¿han variado?, me inclino a afirmar que tal vez se han modificado pero variado drásticamente no, para nada.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Una sociedad según los géneros

Hay muchas formas para clasificar a la población del mundo, pero solo una que es certera, esa es clasificar a las personas por su género.
Lo primero que se dice cuando nace un bebe: “Es una niñita” o “Es un varoncito”, de esa manera nos distinguen, y por un momento esa es muestra única diferencia.
Al pasar el tiempo nos fuimos clasificando por otras maneras, el hombre era el que más se destacaba en los distintos ámbitos, ya sea físico e intelectual, pero ¿porque la mujer no se destacaba también? En la sociedad antigua solo se beneficiaba al hombre para que aprendiera cosas y solo algunas excepciones de mujeres lograban aprender algo, todo dependía de la cultura en que vivían. Pasó mucho tiempo para que la mujer pudiera tener un rol mas especifico en la sociedad.
Las  mujeres empezaron a luchar por sus derechos en la década del sesenta, protestaban por una igualdad con los hombres en el ámbito laboral y familiar. Empezaron a estudiar a la par con los hombres con una educación igualitaria, igualdad con respecto a la política (en lo que se refiere  a votar) a poder decidir si tener hijos para tener un mejoramiento en las condiciones de vida y poder cumplir sus metas que ya no eran las mismas que los de sus madres o abuelas, las mujeres de la segundad mitad del siglo XX, las mujeres querían libertad, independencia, no estar atadas a vivir en la casa y preocuparse de  sus hijos, las mujeres querían estudiar, trabajar, para poder surgir como género y no quedarse estancadas.
Desde ese momento las mujeres han empezado a estudiar y a trabajar de la misma manera que el hombre, han tomado puesto de importancia, ya sean gerentes generales de alguna empresa o hasta presidenta de un país. Esto no se veía antes ya que solo los que estudiaban eran hombres y las excepciones eran las reinas que gobernaban cuando se moría el rey.
Lo más importante de que las mujeres llegaran a donde están hoy y donde llegaran mañana es poniéndose metas altas tratando de alcanzarla, estudiando, y haciendo lo que más les guste.
A la mujer la mayoría de las veces se la ve como es sexo débil, el que no puede hacer las mismas cosas que los hombres, pero esa mentalidad está cambiando y solamente quedan pensando así algunas personas, estas personas son las más cerradas de mentes y los nacidos antes de los sesenta. Ellos creen que la vida de la mujer es en la casa cuidando a sus hijos, haciéndola comida, para ellos la causa de tanta delincuencia y demás cosas es que los niños están solos en la casa y no tienen que hacer en su vida, pero también hay excepciones, si los padres le entregan valores y le enseñan el bien al hijo o hija, estos no tienen por qué ser delincuentes, o madres adolecentes, etc.
La sociedad de hoy esta mas acostumbrada a ver a la mujer a la par con el hombre, pero todavía existen diferencias en cuanto a sueldos y como son tratados, los que es injusto para las mujeres, debería ser todo equitativos y tener otras razones por las cuales se calcule es sueldo de un trabajador.
Según un estudio del Banco Mundial, SERNAM, BID,2007, las mujeres son gerentes en pequeñas empresas como: Comercio al por mayor y menor; restaurantes, cuidados personal, limpieza y otros, en cambio los hombres son gerentes en empresas como manufactura, servicios de negocios a otras empresas; transporte, almacenamiento y comunicaciones; agricultura, caza, forestal y otros y en construcción. Esto quiere decir que en mas ares los hombres tienen el control de las empresas, pero como las mujeres tiene la mayoría en el comercio también se puede deducir que ellas controlan una parte bien grande de la economía.
Así la mujer a podido ir progresando a través del tiempo y sobre todo en las últimas décadas donde ha sido más valorada como persona y mujer. Ya no es la madre que se queda en casa a lavar la ropa si no que es la mujer que trabaja, cuida a los hijos, lava la ropa, etc. Tiene un papel mucho más importante en la sociedad de hoy en día sobre todo las mujeres de la cultura occidental. 

Adjuntos

Al sexo varonil se le aferran características como la fuerza, la dominación, violencia, protección, entre otras; Es aquel que conquista a una mujer, no el que se deja conquistar por ellas; conocido por ser alguien que no debe llorar, pues a ellos se les arrima el sobrenombre de “débiles” (por no decir otro concepto), y ser débil no es de ser “hombre”. Esto generalmente se define por la sociedad, sin embargo siempre hay excepciones y opiniones diferentes en cada sujeto.
Desde mi punto de vista (siendo mujer), el ser hombre lo defino como un niño, con cara de hombre, siente temores, le gusta ser el centro de la atención, es luchador, inteligente y varias veces poco sagaz, respetuoso y cordial; aquel que llora, se equivoca y es capaz de reconocerlo, y no por esto será más o menos hombre, sino que expresa aquello que siente y no lo guarda en cobardía de lo que piensen los demás; también sufre y alguna vez sintió una traición, posee sueños, hace castillos y siempre espera lo esencial que colme sus deseos.
Si uno se fija en lo que he escrito, se podría decir que la mujer, también siente, sufre, sueña y desea. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia puede presentarse en los caminos que utilice cada uno en vivir su propia vida. Quizás la mujer tenga un sueño y hará todo lo posible dentro de lo debido por cumplirlo y el hombre tiene el mismo sueño, sin embargo, su elección será cumplirlo sin discriminar dificultades, o viceversa.
¿Qué pasaría si fuéramos todas mujeres u hombres? Es verdad y obvio que no se podría perpetuar la especie pues se necesita de un ovulo y espermatozoide, pero dejando de lado tal “detalle” y solo pensando en cómo sería un mundo sin hombres o sin mujeres. ¿Cómo sería tal sociedad? ¿Qué le faltaría o que le sobraría? ¿Sería perfecta?
La verdad es que muchas veces son las mujeres el objetivo del hombre, es decir, el hombre vive en función de las mujeres. Si la mujer, no existiera, el mundo no hubiera avanzado. Ningún hombre hubiera hecho algo en la vida para impresionar.
Una sociedad de solo un genero sería incompleta, nunca perfecta, si fuera masculina le faltaría en muchos casos el control, lo más probable es que existan 5 guerras mundiales más, por la lucha en la dominación del mundo; no lucharían por otra cosa que no fuera el poder. En cambio, si fuésemos solo mujeres en el mundo, ¿Guerra?, ¿Violencia? ¿Para qué? Todo eso causa daño, pues somos sentimentales como muchos dicen y aceptamos, sería algo brutal para nosotras matar a alguien, quizás dañemos sicológicamente por odio debido a X motivo.
Apostaría por que si un hombre se imagina un mundo sin mujeres, no se sentiría “Hombre”, sería algo incompleto. Al principio posiblemente le encante la idea, pero luego cambiaría de opinión. La mujer es aquella que aporta delicadeza en las acciones, esfuerzo, sentimiento, vida, etc. (obviamente SIEMPRE existen excepciones).
No obstante, sé de la misma manera que yo imaginándome en un mundo sin hombres, no sería mundo. Nosotras vivimos en función del hombre. Igualmente muchas veces tratamos de sobresalir a las demás porque tenemos en mente a un hombre; exigimos igualdad de condiciones (trabajo, sueldos, acceso político, etc.), en relación a ¿Quién? , al hombre. Empero, “ojo” queremos IGUALDAD, en ningún momento supremacía. Somos conscientes de que ambos individuos, tanto mujeres como hombres tienen las mismas capacidades.
El hombre y mujer a pesar de que son notoriamente diferentes en algunos aspectos,  al fin y al cabo son sujetos COMPLEMENTARIOS entre sí, no se puede construir una sociedad con la falta de alguno de ellos.
NOTA: Puede que muchas de estas palabras suenen absurdas pero son una opinión válida desde un punto de vista personal, el cual gracias a su imaginación no tiene límites para pensar lo que quiera.

lunes, 8 de noviembre de 2010

"Igualdad de condiciones"

Hoy en día, nuestra sociedad ha avanzado tanto en muchos aspectos, que el rol de la mujer y del hombre han ido cambiando, tanto que, por ejemplo; nadie sabe en realidad quién es el que manda en la casa.
Nuestros abuelos, criados en una cultura machista, asignaban el rol de jefe de familia al hombre, y la mujer junto con los hijos eran los que obedecían. Hoy la mujer, debido a su independencia económica y su mayor grado de preparación para el trabajo perfectamente puede ser la jefa de hogar.
El hombre siempre basaba el mando en su casa aduciendo que era él quien traía el dinero. Pero hoy, eso no es relevante, pues en algunos hogaras no hay nadie que traiga la guita (el sustento).
Con el paso del tiempo, el hombre perdió el control de la casa, aunque aún le queda en su poder el control remoto, y eso será si a la mujer, con tanta liberación y cambio de hábitos, no se le dé por el fútbol.

Hay que ser realista y saber que en una casa mandan las mujeres. Salvos las suegras, que mandan en dos casas. 
También se nota la avanzada femenina en el mando de la casa cuando se trata del único auto. ¿Quién tiene derecho de usarlo? Antes era el hombre, exclusivamente. Hoy es mitad y mitad. Pero, el agravante es que la mitad que le corresponde a la mujer es cuando el auto está en la calle y la mitad del hombre cuando está en el garage.

Lo grave es que la evolución del matrimonio va paralela a la evolución política del mundo. Antes el hombre era el rey absoluto del hogar. En cambio hoy, a pesar de que sigue siendo el rey, por lo menos en los papeles, su monarquía es constitucional. ¿Qué quiere decir? Que reina, pero no gobierna.

Pero ¿hay alguna posibilidad de que el hombre mande en su casa? Por supuesto que la hay, no todo está perdido, hombre. El hombre mandará en su casa todo el tiempo que se le antoje.
Por lo menos, hasta que forma pareja.


Pero dejándonos de bromas, vamos a lo que realmente nos importa, y esto es la igualdad de condiciones entre el hombre y la mujer.

Ciertas afirmaciones de algunos hombres y mujeres pueden hacer pensar que existe un enfrentamiento entre unos y otros.
No entiendo a algunas mujeres que, para reivindicar unos derechos legítimos, como pueden ser la igualdad y todo lo que ésta supone, adoptan una postura de total descalificación hacia los hombres.

Pienso que es razonable y necesario criticar conductas concretas de las llamadas "machistas" respecto a personas determinadas; pero no me parece ni justo ni eficaz atribuirlas a todos los hombres ni decir que ellos son los únicos culpables de la discriminación de la mujer ni afirmar o insinuar que lo hacen prácticamente todo mal.
No todos los hombres son "machistas" o, al menos, no todos lo son más que algunas mujeres, que consienten y, en ocasiones, favorecen la desigualdad, ni todos son, por tanto,  los culpables exclusivos de la misma en base a las mismas razones.
Si nos remontamos a la antigüedad, las normas que regulaban las relaciones humanas eran establecidas por hombres y las mujeres las acataban, bajo pena, en bastantes casos, de fuertes castigos. Lamentablemente, esto sigue existiendo en algunos países y en algunos grupos sociales, incluso en las propias familias. Y así como antes la mujer poco podía hacer para romper con esas, llamemos, tradiciones, ahora creo que está en un momento propicio para combatirlas. De hecho, el fenómeno del feminismo data de tiempo atrás y le debemos mucho: abrió y sigue abriendo puertas, además de haber conseguido muchos de sus objetivos. Entonces, ¿por qué decir que el hombre actual es el único causante de la marginación de la mujer, que todavía existe?.
La lucha por la igualdad sigue siendo obra de mujeres, aunque también hay que reconocer que algunos hombres la respaldan.



Un caso importante, que vale la pena mencionar, es la diferencia de sueldos que, si bien, ha disminuído, existe.
¿Como es posible que una mujer desempeñando el mismo labor que el hombre gane la mitad que éste? O bien, el respeto en lo laboral, por ejemplo, una ingeniero en minatrabajando entre puros hombres, generalmente no es respetada, como debería serlo por su cargo.
Quizá el siguiente ejemplo que daré, es un tanto extremo, pero existe. Si un hombre anda con 2 o más mujeres a la vez, es visto y considerado por sus pares o amigos como un “maestro”. En cambio, si una mujer tiene una relación con más de un hombre, es vista como una “puta” o para suavizarlo “suelta”.
Aunque nuestra sociedad, hoy en día, muestra síntomas de mejora y avance en este tema, igual existe el machismo, aunque los hombres digan que las mujeres tienen iguales oportunidades y capacidades que los hombres, por dentro, desde mi punto de vista, siguen siendo igual de machistas. Sólo que tratan de disimularlo porque el no ser machista; está de moda.
Pero la culpa, no es sólo de los hombres, sino que la mujer juega un rol importante, pues somos las mujeres que nos dejamos tratar así por los hombres, por ejemplo, cuando una mujer es maltratada por su pareja, ésta no denuncia tales actos, dando paso a que estas agresiones se vuelvan a repetir.
Y en el hogar, durante la crianza de los hijos, lo hacen recalcando frases tales como: los hombres no lloran, o asignándole labores domésticos sólo a las mujeres. En vez de, asignar labores por igual a los hombres y mujeres desde pequeños, incentivándolos a crear consciencia de la igualdad entre hombre y mujer.
En este ensayo no pretendo en absolut culpabilizar a la mujer, pues yo lo soy, y me siento orgullosa de ello y abogo por nuestros derechos condenando la desigualdad-, sino reflexionar acerca de ciertas actitudes.